MENACHO Y TUTLLÓ, Rafael de

Mariscal de Campo.

Nacido en Cádiz el 22 de mayo de 1766, era hijo de Benito-Ricardo Menacho-Faxardo y de la Parra-Faxardo y de su prima Francisca Brígida Tutlló y Faxardo-Guzmán. Estaba casado con María Dolores Calogero Manía, con la que contrajo sagrado vínculo, el 5 de octubre de 1788, en la parroquial de Cartagena, de Murcia

Realizaría sus primeros estudios en el propio domicilio familiar y pasaría al Colegio Militar del Puerto de Santa María, donde el 3 de octubre de 1784, sentaría plaza de Cadete en el Regimiento de Infantería de la Victoria núm. 38. El 15 de julio de 1787, ascendió a Subteniente y comenzó su vida profesional. En 1791, fue promocionado al grado de Segundo Teniente, y a Segundo Teniente de Granaderos, con destino en Ceuta, en el Regimiento de Voluntarios de la Corona, el 2 de diciembre de 1793. Su Regimiento pasaría a Valencia y al Rosellón, donde ascenderá a Primer Teniente el 11 de julio de 1794, y Primer Teniente de Granaderos el 9 de mayo de 1795, momento en que pasa destinado a los Cazadores Voluntarios de la Corona, haciendo toda la campaña del 95.

El 4 de septiembre, día de su incorporación, por los méritos contraidos durante la guerra, recibe el grado de Teniente Coronel; el 18 de octubre de 1796 obtiene el de Capitán; y el 12 de agosto de 1798, el de Capitán de Granaderos. Coincidiendo con la creación de un nuevo batallón, el Rey le nombraría el 26 de diciembre de 1802, su Sargento Mayor al frente del batallón de Voluntarios de Campo Mayor, de guarnición en Cádiz. Cuando comenzó la guerra contra Gran Bretaña, Menacho y su Batallón saldrían para el campamento de Buenavista, frente a Gibraltar, continuando el bloqueo hasta que la Junta Suprema de Sevilla, suspendiera las hostilidades. Declarada ahora la guerra contra los franceses, Menacho marcha con su Batallón hasta la ciudad de San Roque, a donde se incorpora el día 1 de junio de 1808, uniéndose al ejército que manda el general Echevarri. El día 7 se enfrentarían a las tropas francesas que mandaba el general Dupont, aunque por su inferioridad debieron de retirarse hacia los montes de Andújar, puente de Alcolea, donde se fortificaría hasta “... el último cartucho...”. La Junta Suprema de Andalucía le ascenderá a Comandante, el 10 de julio de 1808, y le ordena marchar a la vanguardia del la División del general de la Peña, compuesta de los batallones de Campo Mayor, Valencia, Tiradores de Africa, 40 de Carabineros Reales, Regimiento de Caballería del Príncipe y cuatro piezas de artillería.. El 19 participan eficazmente en la batalla de Bailén y el siguiente 24, la Junta Suprema le asciende a Coronel vivo y efectivo.

Tras la capitulación del general Dupont, Menacho seguirá al general Castaños hasta Madrid y prosiguiendo al Norte, se batirá el 26 de octubre en San Adrián, y el 12 de noviembre en el ataque y ocupación de Agoncillo, el 23 en Cascante. Tomado el mando por el general Venegas, situándo a Menacho y sus hombres en retaguardia, protegiendo la retirada de las tropas españolas por la Alcarria. El 25 de diciembre se encontró en el ataque a Tarancón, donde batiría al mariscal Victor, obligándole a abandonar la Villa. Entre los días 3 y 6 de enero de 1809, estuvo en la defensa y retirada de Tarancón y Santa Cruz de Zarza. Seguiria la triste y desgraciada batalla de Uclés, ocurrida el 13 de aquel mes. Replegado con su Batallón, se une a la División del Duque del Infantado y se retiran a reorganizarse en la Sierra Morena. El 18 de febrero combate en Mora, mandando una División de Infantería. El 22 se repliegan sobre Consuegra, pasando posteriormente a Extremadura, donde el 28 de marzo se bate en la cruenta de Medellín. El 9 de abril de 1809, por sus méritos asciende al empleo de Brigadier. Desde ese momento, Menacho realiza el paso del Guadiana, y habiendo sitiado una casa-fuerte el 15 de mayo, al día siguiente es herido en el muslo izquierdo, no queriendo retirarse hasta el 18 siguiente, en que se agravó la herida. El 3 de noviembre se reincorpora, pero dejará el mando de su Batallón, por habérsele confiado el mando de la Tercera División del Ejército de Extremadura.

Al frente de su División defendió y auxilió el 19 siguiente la acción del puente del Arzobispo, asiste a las acciones de las Mesas de Ibor, después de la batalla de Talavera. Estuvo también en Almaden del Azogue, conteniendo con su División la entrada que pretendían los franceses y contuvo la de Mérida, hasta que los franceses bajaron de Despeñaperros y otros puntos de la Sierra, invadiendo Andalucía, retirándose ordenadamente.

El marqués de La Romana, en enero de 1810, le solicita ayuda en el sentido de que acuda a Badajoz que se encuentar sin guarnición para su defensa, logra entrar en la plaza a media noche, sin perder bagajes tan necesarios en la asediada ciudad. A continuación, el 6 de febrero le destina a cubrir la plaza de Olivenza, situándose en Santa Olalla, pero al llegar a Santa Marta el día 8, conoció la noticia de que los franceses después de ocupar Sevilla, se habían apoderado de aquel campamento, por lo que decidió retirarse por Feria, donde los farnceses acaban sitiándole el día 9. Menacho los bate y marcharía sobre Salvatierra, donde nuevamente le interceptan, estando sin víveres, y soportan la situación hasta la noche del 10, en que inicia movimientos y logra atravesar las líneas enemigas y penetra en la madrugada del 12 en Badajoz. El 11 de agosto pasa como Segundo jefe de las tropas que mandaba el general Ballesteros, luchando con sus hombres en la acción de Canta el Gallo y Jerez de los Caballeros, el día 16. El 6 de septiembre se bate en la acción de Arocena, persiguiendo con su División a los enemigos. Por todos estos méritos que había acumulado, el 23 de septiembre de 1810 fue nombrado por el Consejo de Regencia, “... Gobernador militar y político de la Plaza de Badajoz, y en atención a sus méritos y buenos servicios, le ha concedido el ascenso de Mariscal de Campo. Respecto a que dicha Plaza de Badajoz se halla amenazada de sitio, declara el Consejo de Regencia que no hay en ella otra autoridad que la militar...”.

Quedaba Menacho en espera de que Soult, disponiendo de brigadieres como La Carrera y España, que continuamente ponían en aprietos a los tropas francesas, en virtud de sus atrevidas salidas al mando de la caballería española. El 7 de febrero fue nuevamente herido en un muslo, cuando desde las muralla observaba los movimientos franceses. Apoyado en su fiel Sargento de Ordenanzas Hilarión Giral, y en el bastón, Menacho recorria frecuentemente la muralla hasta que la inflamación le hizo imposible abandonar el lecho que había dispuesto en las inmediaciones de una de las poternas.

La brecha abierta en la cortina de la muralla, entre los baluartes de Santiago y San Juan, conocida como Campo de San Francisco, hacia peligrar la posesión de la ciudad. Sobre el baluarte de Santiago, Menacho observaba la salida que hacian sus hombres con intención de clavar la artillería francesa y destruir el puente de Pardaleras, cuando una bala de metralla le penetró en el pecho, dejándolo mortalmente herido. Eran las primeras horas de la tarde del día 4 de marzo de 1811.

Su cadáver fue llevado a la Catedral, donde recibió sepultura. El párroco de la jurisdición castrense, inscribió su defunción en el Libro 3º de difuntos que comienza el 24 de febrero de 1802 y termina el 19 de diciembre de 1864, del Sagrario Catedral, folio 22, vº.

Según el historiador Gómez de Arteche, “... la muerte de este ilustre General, fue la causa a que principalmente debe atribuirse la pérdida de Badajoz... Badajoz sucumbió positivamente con Menacho, espíritu indomable en su admirable defensa, que logró unir armónicamente el esfuerzo de todos sus habitantes contra las huestes sitiadoras.”