El Marquesito (o Marquesillo)

Juan Díaz Porlier

Nació en Cartagena de Indias en el año 1.788, tal y como dice el actual marqués de Bajamar, "... es un oscuro personaje en el árbol de los Porlier. Pues mientras por un lado se mantiene la tesis (sustentada por la tradición familiar) de que era hijo natural de don Esteban, hermano de don Rosendo... Por otro lado como Díaz Andión, intenta demostrar, sin conseguirlo, que procedía de un Porlier, gobernador de La Habana (?) ciudad donde afirma que nació. Y todavía queda el tercer supuesto, mantenido por Toreno, ...de que Díaz Porlier venia de la rama del marqués de La Romana, siendo así su apodo de "El Marquesito". Esta tercera hipótesis (que en principio podría parecer la más fidedigna, dado, sin embargo, la base en que se funda) es la primera que parece debe descartarse...".

Como "Aventurero" estuvo presente en el combate de Trafalgar, en el navío Príncipe de Asturias, al lado de su protector y tío el entonces Capitán de Navío Rosendo Porlier y Asteguieta que le había llevado consigo desde que en su anterior destino como Capitán de Fragata a bordo del Neptuno le recogiera en La Habana un 20 de febrero de 1802, donde en aquellos momentos residía el joven Juan en compañía de su abuela María Pereyra de Hoyos, viuda del fallecido virrey de Nueva Granada, Juan de Torrezal Díaz Pimienta. Desembarcados del Neptuno, por haber sido Rosendo nombrado primer Ayudante de la Mayoría General de la Escuadra que manda el Brigadier Federico Gravina, embarcan en el Argonauta. Salen hacia La Martinica el 10 de abril de 1805 y tras el asalto al fuerte del "Diamante" y otras sucesivas acciones, asiste al apresamiento de un convoy inglés en el Atlántico, más tarde y ya en aguas españolas, avistan la escuadra del Almirante británico Calder con la que el 22 de julio de ese mismo año entablan combate a la altura del Cabo Finisterre. Tras su victoriosa empresa entran en El Ferrol y tras un breve descanso se dirigen a Cádiz, cuando el 31 de agosto, el Almirante Gravina propone un nuevo traslado a Rosendo para incorporarlo a su Estado mayor a bordo del navío Príncipe de Asturias. Nuevamente Juan sigue las vicisitudes de su tío, gracias a lo cual será testigo de excepción del desastre de Trafalgar. Después de aquella amarga experiencia y hallándose la Armada sin navíos, Porlier abandonará la Real Armada y como muchos otros marinos solicitará el traslado al Ejército, razón por la que lo hallaremos en enero de 1806 proveyéndose de las credenciales de su nuevo destino como Capitán en el Regimiento de Infantería de Mallorca. Cuando en mayo de 1808 le hallamos formando parte de las tropas del Ejército de Extremadura que se dirigen al Norte peninsular, Porlier esta habilitado como Teniente Coronel de Granaderos. Tiene en ese momento veinte años de edad, y una dilatada experiencia en el mando de tropas regulares. El ejército que manda Belveder se apresta para enfrentarse a las tropas francesas que desde el día 8 han ido tomando posiciones en gamonal y villorrios inmediatos. Sobre la una de la madrugada del 10 de noviembre Belveder se retira con parte de la fuerza mientras otra parte toma nuevos asentamientos en terrenos más propicios a la defensa. Los hombres que manda Porlier se encuentran ocupando las estribaciones de Villimar. En una estrecha franja de 370 varas castellanas, Porlier y los suyos defienden la posición hasta que las bajas superan los 400 hombres, momento en que decide realizar una ordenada retirada, en la que parece no sufrió ninguna baja, tal y como nos dejó escrito el Sargento de Granaderos, Amor Pisa, que formaba a las órdenes de Porlier. Se refugian en las montañas de Burgos y llegan a San Felices el siguiente día 11 donde reciben la noticia del otro desastre sufrido el mismo día en Espinosa de los Monteros.

Quizás en ese momento Porlier decide su futuro, ha tenido conocimiento o ha participado en tres serios enfrentamientos en los que las tropas regulares han salido mal paradas siempre. Hará como El Empecinado, se procurará su propia pequeña guerra, se dedicará a preparar a sus hombres para la más provechosa guerra, la de guerrillas.

Durante seis largos y sangrientos años luchará con todas sus fuerzas por liberar el País del yugo francés y posibilitar el retorno de "El Deseado". ¡Poco sabían Porlier, Laci, Mina,... y tantos otros, que aquel Rey a su llegada les infringiría tan dura satisfacción!.

Dejaremos estos años de continuas luchas en blanco, puesto que ello nos llevaría a un dilatado relato del que por otra parte podemos disfrutar en la obra titulada "El Marquesito" Don Juan Díaz Porlier, general que fue de los Ejércitos Nacionales ..." (1788-1815), de Rodolfo G. de Barthèlemy.

Hallándose ocasionalmente en Madrid, es traicionado por uno de sus amanuenses, Agapito Alconero y por ello detenido en su domicilio a la una de la madrugada del 29 de mayo de 1814, sometido a una rápida Causa, que resolvió el 16 de julio "... que cumpla pena de confinamiento por quatro años á la Plaza y Ciudad de Barcelona, que por el tribunal le ha sido impuesto, en el castillo de S. Antón de la Plaza de la Coruña, suspenso de su empleo, y con goze de la mitad de su sueldo, pagando además las costas del proceso...".

Porlier llegaría a La Coruña, el siguiente 16 de julio. El castillo de S. Antón se hallaba en una isla dentro de la bahía coruñesa, y ante la cual había pasado Porlier cuando a bordo de la fragata británica Aretusa realizaba sus acciones militares por el Cantábrico.

Curiosamente Pedro de Macanaz era el Ministro de Gracia y Justicia que había participado en su apresamiento y que en fechas siguientes también llegaría al castillo de S. Antón en calidad de prisionero "por haber sido sorprendido in fraganti como reo de cohecho", tras haber sido acosado por la Camarilla y perdido el favor del Rey.

Obtenido permiso para reponerse de dolencias, Porlier sale del castillo con una escolta y se dirige al balneario de Arteijo (a unos 17 kilómetros de la capital), donde ya le esperaba su esposa Josefa Queipo de Llano y Ruiz de Saravia (hermana de José María, conde de Toreno).

Sin embargo Porlier, lejos de mantenerse en el balneario, se traslada al inmediato villorrio de Pastoriza, invitado por un acaudalado comerciante liberal, Andrés Rojo del Cañizal. Desde aquel lugar, durante cerca de un mes, Porlier preparará el pronunciamiento. En la noche del 18 al 19 de septiembre de 1815, Porlier entra de nuevo en La Coruña a eso de la una de la madrugada, e inicia el pronunciamiento con la detención de las autoridades militares, haciéndose con el mando en menos de dos horas. En la noche del día 21 Porlier al frente de una columna compuesta por 864 hombre que se dirigen hacia Santiago de Compostela, con objeto de tomar la ciudad.

Desgraciadamente, cuando las tropas se hallaban descansando en el lugar de Merelle, inmediato a Ordenes en el Camino Real a Santiago, Porlier y sus oficiales se encontraban en el interior del mesón conocido como de Deus y también de Viqueira, un grupo de 39 sargentos de Marina mandados por Antonio Chacón, logra tomarlos prisioneros y detener a los soldados quienes al hallarse sin jefes no ofrecen resistencia. La operación se inició a las diez en punto y a las dos y media de la madrugada siguiente ya enviaban al Sargento 2º Juan Félix Chaves, de la 1ª Compañía de Cazadores de Marina con un aviso para el general Imaz, dándole cuenta de la victoria obtenida tras su traición.

El general Imaz, se mostró incrédulo inicialmente ante tan inopinado desenlace, tanto que llegó a creer se tratase de una artimaña mediante la que lograse infiltrar elementos de su confianza.

Trasladado a La Coruña, y encerrado en la Cárcel Real, inmediata al palacio de Capitanía General, Felipe de Saint Marq, a la sazón Capitán general abre la Causa que se le seguirá por el Pronunciamiento realizado. El 22 de septiembre se inician los interrogatorios y el 26 siguiente se oficia que "... Don Juan Díaz Porlier, que continúa negativo y todo bien examinado, le ha Condenado y Condena por unanimidad de votos al nominado ex Mariscal de Campo. Dn. Juan Díaz Porlier á que precediendo la degradación sufra la pena de Horca que señala el artº. 26, artº. 8º titº. 10º de las Reales ordenanzas;...".

El día 3 de octubre de 1815, Porlier murió en el patíbulo elevado en La Coruña, por haberse pronunciado contra Fernando VII, tenía 27 años y era Mariscal de Campo.