JUNOT, Andoche

Duque de Abrantès.

Nació en Bussy-le-Grand, el 24 septiembre de 1771.

Cursaba estudios de Derecho cuando en septembre de 1791 se alistó en los “Voluntarios de la Côte-d'Or”. Muy pronto llamó la atención de sus jefes, debido a que era de una temeridad rayana en la inconsciencia, y por ello conocido popularmente por sus camaradas con el sobrenombre de " Junot la Tempête", (“Junot la Tempestad”).

En julio de 1792, es nombrado sargento. Destinado en las tropas que asisten al asedio de Toulon, Napoleón le tomó gran afecto actúa como secretario de Bonaparte, con admirable fidelidad, y frente al adversario, en la afortunada jornada del 13 de Vendimiario, año IV, (5 octobre 1795). Primer Ayuda de Campo de Bonaparte en Italie, se distingue en Millesimo, en Lonato, Venecia, es el encargado de llevar al Directoire las banderas que han sido tomadas al enemigo. Por ello es promovido al empleo de Coronel. Como tal participa en la expedición a Egipto, y regresará de aquella campaña con el grado de General de Brigada, en premio a su comportamiento y éxito en el asedio a la plaza de San Juan de Acre, donde, en Nazareth, el día 8 de agosto de 1799, con 500 hombres contuvo un ejército que acudía en socorro de ella, y que estaba compuesto por 25.000 soldados turcos.

Se casó con Laura Permon (Montepellier, 1784- París, 1838), que se decía descendiente de la familia imperial de los Comneno. Fue dilapidadora de fortunas numerosas, muy inteligente y por ello dedicada siempre a la intriga, aunque nunca fue capaz de obtener producto importante de ello. Literariamente fue de gran éxito, dejándonos (habida la época) una amplia bibliografía. Sus obras tuvieron mucha difusión, quizás debido a su estilo, vivaz y de gran lujo de anécdotas, con lenguaje sencillo y asequible. Una de sus obras, quizás la más conocida en España, es la titulada, “Souvenirs d’une ambassade et d’un sèjour en Espagne et en Portugal”.

Bonaparte no pudo regresar con él, pero le reclamó en cuanto fue posible, y el 27 de julio del siguiente año le nombró Gobernador de París. En 1801 le concede el grado de General de división. Coincidiendo con la proclamación del Imperio (1804), Napoleón le galardona con el grado de Coronel-General de los Húsares y el de Gran oficial de la Legión de Francia. Inquieto Napoleón con los excesos que continuamente realizaba en París, y las no menos escandalosas intrigas políticas protagonizadas por su esposa, ese mismo año le nombra su embajador en Lisboa. Sin embargo no partirá para aquel dorado destierro, hasta marzo de 1805. De aquella pacífica estancia en Portugal solamente le sacan los sucesos de Austerlitz.

Junot se ve involucrado en un caso algo oscuro y para alejarse de aquel problema tiene la alternativa de de solicitar su destino a Parma, donde en Picenza se ocupa reprimir los desordenes que habían tenido lugar. Los buenos resultados obtenidos hacen que el Emperador nuevamente le nombre Gobernador de París, ello ocurre el 19 de julio de 1806. Junot se comporta de un modo muy extravagante, secundado por su que gasta más aún que él, más torpe todavía. La cólera de Napoléon se tradujo en un nuevo exilio. Junot es puesto al mando de un ejército formado para acudir a la conquista de Portugal, y que se desarrolló de un modo muy desfavorable para las águilas francesas.

Las columnas francesas entraron en España en octubre de 1807, Junot llegaría a Lisboa a finales de noviembre, ostentando el ducado de Abrantes y de Virrey de Portugal, debido a que el Rey portugués había abandonado el territorio y se refugiaría en Brasil. En agosto de 1808 desembarca el ejército británico, con unos efectivos próximos a los 11.000 hombres, y mandados por Wellesley, poco tiempo después nombrado Lord Wellington. Junot ira sufriendo derrota tras derrota. El poco tiempo que Junot permaneció al frente de los intereses de Portugal, fue el suficiente para dejar ostensiblemente señalado su paso a través de la desacertada política seguida, los abusos y violencias impuestas al pacífico pueblo portugués.

Tras la derrota de Vimeiro, los franceses negociarían su repatriación a Francia, en la Convención de Cintra, el 30 de agosto de 1808.

En la campaña de 1809, Junot estará presente en los frentes austriacos, y finalizada aquella se reintegra a España, en la plaza de Zaragoza, donde pronto es sustituido por el mariscal Lannes. Enviado a los cuerpos de Alemania, pronto también es desposeído del mando y reintegrado a España, esta vez a las ordenes del mariscal Massena. En la acción de Río Mayor, el 19 de enero de 1811, es herido gravemente por una bala que le dio en la cabeza.

Después de su convalecencia, Junot se reintegra a las fuerzas que luchan en Europa, y se dirige a participar en la campaña de Rusia. Donde comete una nueva gran falta, el 19 de agosto de 1812, en Valoutina. Su inmovilidad permitió que los rusos se evadiesen de un cerco que hubiese sido definitivo y hubiese dado la victoria general a los franceses.

Napoleón estaba tremendamente cansado de este General, y por ello nuevamente es relevado del mando, Junot no obstante es nombrado gobernador de las provincias de Illyrienne, el 20 de enero de 1813, alli él se presentaría a un baile de Raguse sin otro vestido que sus condecoraciones. Quizás esta fue la decisiva pueba que necesitaba Napoleón, días después le envía a Francia, al domicilio familiar para que se recuperase de la que se suponía pasajera depresión. Sin embargo era algo más, estaba totalmente trastornado mentalmente. Tanto fue asi, que hallándose en el domicilio paterno, Junot, en un estado febril se arrojó por la ventana, rompiéndose una pierna y que sería la causa inicial de su fallecimiento. La operación, leevada a cabo en condiciones muy particulares propiciarian una septicemia de la cual moriría dos días después. Fue siempre un hombre muy extravagante y de muy dudosa capacidad administrativa y dotes de mando, pero de una gran valentía y al tiempo serenidad pasmosa.

A pesar de todos sus excesos, su nombre figura escrito en letras de oro en el arco del Triunfo, de París.

Falleció en Montbard, el 29 de julio de 1813.