Creada por Decreto de Suchet del 1 de Marzo de 1811, debía formarse en Calatayud - estratégica localidad situada en el camino entre Zaragoza y Madrid - bajo la supervisión de su Corregidor, el Teniente Coronel D. Juan Pedrosa.
El 1 de Abril de 1811 contaba con 3 oficiales - el Teniente Angel Wanluzel de la Croix, y los Subtenientes Miguel Martínez y Miguel Coronado - y 42 suboficiales y soldados, de los que a lo largo del trimestre desertarían un total de 19, quedando así, el 1 de Julio, los 3 oficiales pero con solo 23 soldados .
El 24 de ese mismo mes las tropas de Durán atacaron Calatayud, forzando a su guarnición a encerrarse en el convento, y con ella 6 fusileros, ya que los 17 restantes, con el oficial Coronado y 16 soldados napolitanos, habían salido al amanecer de ese mismo día hacia Morata de Jiloca, siendo sorprendidos cerca de esa localidad por la caballería de Donato Vivalco, de la División de Durán, el cual logró apresar a todos, fusilando después a los 18 afrancesados.
Ese mismo día, y tras retirarse Durán a Ateca, se dispuso que Miguel Martínez dejase la cía., pasando a encargarse de la formación en Tarazona de otra "1/2 compañía suplementaria".
Estas bajas fueron suplidas por la incorporación de 21 reclutas, y de 8 soldados y 1 oficial venidos de otros cuerpos. Este oficial era el Subteniente Ramón Rodriguo ( ¿ Rodríguez ? ), hasta entonces destinado en la 2ª.
El 26 de Septiembre las fuerzas insurgentes de Durán y del Empecinado, iniciaron el asedio de Calatayud, defendido por el Jefe de Batallón Muller, al mando de unos 800 hombres ( 400 de ellos del 3 er. bon. del 6º Rgto. italiano ) que se encerraron en el convento de la Merced, y finalmente capitularon el 4 de Octubre, tras haber sufrido unas 252 bajas. Entre los capitulados se encontraba el Teniente Wanluzel con sus 24 fusileros.
El 15 de Octubre pasaban revista en Zaragoza los 3 únicos Suboficiales y soldados supervivientes de la cía., tras sus derrotas de Morata y Calatayud, y pocos días después era esta disuelta por falta de fuerza.
Por la reforma de las tropas aragonesas del 1 de Julio de 1812, se dispuso que la hasta entonces denominada " 4ª compañía ", destinada en Caspe, pasase a servir de base para la reorganización de la 1ª.
Esta, según estado del 10 de Julio, contaba con 3 oficiales y 112 hombres, fuerza bastante elevada para esta clase de cías., pero que enseguida se reduciría, al pasar parte de ellos a nutrir a las otras cías., también en proceso de reorganización.
En su estado del 1 de Septiembre eran ya solo 3 oficiales y 58 hombres, mandados, como antes, por el Capitán Fernández, y ese día recibieron orden de Reille para trasladarse inmediatamente a Zaragoza, pues la mala situación de las tropas imperiales en esos días -tras la derrota de los Arapiles, la retirada de Soult de Andalucía y la evacuación de la corte de José a Valencia- le hacían temer su posible deserción.
El Capitán Fernández salió con todos sus hombres de Caspe el día 2, acompañado además por su esposa Teresa Abad, embarazada de 7 meses. Y el día 3 "ocurrió que habiendo hecho un alto la tropa en la venta de Santa Lucia a tomar alimento, sin antecedente alguno se tumultuaron los soldados de su partida, y le tiraron hasta tres veces, con lo que consiguieron quitarle la vida, y después de haberse repartido quanto dinero llevaba se pasaron a las tropas insurgentes que había en el pueblo de Lanaja".
El cabecilla de esta rebelión fue el Subteniente Mariano Layel, y pese a que uno de los Tenientes no estuvo de acuerdo, y logró regresar a Caspe con 13 de sus fusileros, el grueso de la compañía se unió al destacamento de la División española de Espoz y Mina que, mandado por el Comandante Pablo Franca, se hallaba destinado en Lanaja , y al que en esos días se uniría igualmente la 1ª cía de cazadores a caballo, también tras pasarse del bando francés.
El 15 de Septiembre se hallaba en Zaragoza el Teniente con los 13 fusileros aún fieles al gobierno francés, disponiéndose su integración en la 3ª compañía, con lo que esta 1ª quedaba definitivamente disuelta.
Creada por Decreto de Suchet, del 1 de Marzo de 1811, debería formarse en Daroca - localidad situada en el camino de Zaragoza a Valencia - bajo la supervisión del Barón de Andilla, Inspector del cuerpo de fusileros.
El 1 de Abril de 1811 eran sus jefes el Teniente Magín Tondo y los Subtenientes Ramón Rodriguo (¿ Rodrigo ?) y José Vázquez, contando con 60 fusileros de los que, entre esa fecha y el 1 de Julio, 25 causarían baja (20 desertores, 1 reformado, 1 preso y 3 pasados a los Gendarmes de Zaragoza), quedando así en ese día tan solo 3 oficiales y 35 hombres.
El 1 de Agosto el Subteniente Ramón pasó a la 1ª cía., causando por ello baja en esta 2ª.
El 2 de Septiembre el Teniente Tondo fue herido por los brigantes cerca de Daroca, y el 1 de Octubre contaba la cía. con 2 oficiales y 36 hombres.
Poco se sabe de esta cía. en los meses siguientes, tan solo que en una fecha indeterminada -entre Noviembre de 1811 y Junio de 1812- fue disuelta, probablemente como consecuencia del asalto de Gayán a Daroca (14 al 19-III-1812), siendo al parecer, los restos de su fuerza absorbidos por la 4ª cía.
El 1 de Julio, al decretarse la reorganización de estos cuerpos, se dispuso la nueva creación de esta 2ª cía. , cuyo número había sido momentáneamente ocupado por la cía de Tarazona.
En el curso de esta reorganización, el Capitán Tondo, antiguo jefe de la compañía, pasó a encargarse de la creación de la 4ª, al tiempo que el Capitán Mata -jefe el mes anterior de una "compañía de Voluntarios aragoneses a pié" destinada en Belchite - pasaba a encargarse del mando de esta 2ª.
El 1 de Septiembre contaba ya con 3 oficiales y 66 fusileros, sin que lamentablemente conozcamos su destino, y el 5 del mismo mes, en Zaragoza, presentaba esos mismos efectivos.
El 3 de Octubre y como consecuencia de otra nueva reorganización, llevada a cabo tras la deserción casi masiva de las compañías 1ª de Fusileros y 1ª de Cazadores, aparece esta citada como "3ª de Fusileros", y con los mismos efectivos del estado anterior: 3 oficiales y 66 fusileros mandados por Mata.
El 16 de Octubre, y ante el clima de desconfianza producido por las deserciones del mes anterior, fueron sus hombres desarmados y enviados a Francia, quedando así la compañía definitivamente disuelta.
Creada por Decreto de Suchet, del 1-III-1811, debería formarse en Teruel - en el estratégico camino de Zaragoza a Valencia - bajo la supervisión de su Corregidor, el Teniente Coronel graduado y Capitán de Artillería D. Antonio Bazquez.
Fue su Comandante el Teniente D. Francisco Ballester, y como tal redactó el 16 de Mayo una proclama invitando al alistamiento en la misma: "acudid a ella donde hallareis la debida recompensa a vuestros servicios, y haciendo honor a nuestra patria, tranquilizareis vuestras familias, y lograreis el reposo y alegría de vuestros padres".
El 22 de Mayo de 1811 "acababan de desertarse un Alférez de fusileros con la ordenanza, y un Sargento con 11 soldados", según contaba el Corregidor, D. Antonio Bazquez, a su colega D. Juan Pedrosa, en una carta que sería interceptada por la guerrilla .
Pronto fue replegada hacia Zaragoza, y así el 1 de Julio se hallaba en Daroca, con su jefe el Teniente Francisco Ballester y una fuerza de 2 oficiales y 29 fusileros, y el 1 de Octubre daba, ya en Zaragoza desde fecha indeterminada, una fuerza de 2 oficiales y 23 fusileros. El 30 de Noviembre continuaba en Zaragoza, con 2 oficiales y 21 fusileros.
En los meses siguientes, y sin que lamentablemente podamos concretar la fecha, fue esta compañía disuelta, volviendo a ser creada por el Decreto de 1 de Julio de 1812.
En el estado de fuerzas del 10 de Julio aún no aparece citada, pero en el del 1 de Septiembre daba ya una fuerza de 3 oficiales y 43 fusileros, mandados por el Capitán Polorell, y ese mismo mes, en Zaragoza, se le sumarían otros 13 hombres, procedentes de la disuelta 1ª compañía.
El 1 de Octubre, y por otra nueva reorganización del cuerpo, aparece citada como "4ª de Fusileros", con 3 oficiales y 45 soldados mandados por Polorell, y el 16 de ese mismo mes fueron desarmados y enviados a Francia, por desconfianza del mando francés hacia ellos, quedando así la compañía disuelta.
Creada por Decreto de Suchet, del 1 de Marzo de 1811, debería formarse en Alcañiz, bajo la supervisión de su Corregidor D. Mariano Pasqual.
Fue su jefe el Capitán Joaquín Fernández y el 1 de Julio contaba con 3 oficiales y 44 fusileros.
El 1 de Octubre eran 3 oficiales y 54 fusileros; 3 y 57 el 1 de Enero de 1812, y 3 y 69 el 1 de Abril, siempre en Alcañiz.
El 16 de Junio fue su Capitán herido cerca de Alcañiz, y el 1 de Julio se dispuso que tomase la nueva denominación de "1ª Compañía", ocupando el lugar de la verdadera, disuelta desde Octubre del año anterior.
En esa fecha se hallaba la compañía en Caspe, con 3 oficiales y 112 fusileros, debiéndose tal incremento -al parecer- a la absorción de los restos de las compañías 2ª y 3ª, disueltas en los meses anteriores.
Del historial posterior de esta, ya nos hemos ocupado al referirnos a ella como 1ª compañía. También el 1 de Julio de 1812 se encargó la creación de una nueva 4ª compañía al Capitán Magín Tondo, antes jefe de la 2ª, y al Subteniente Pierre Denovis, pero finalmente se desistió de la misma, ya que para el 1 de Septiembre habían logrado reunir tan solo una fuerza de 2 fusileros.
El 24 de Julio de 1811 se dispuso que el Subteniente Miguel Martínez, hasta entonces destinado en la 1ª cía., pasase a Tarazona para formar allí una nueva "media compañía suplementaria de Fusileros".
El 1 de Octubre, en Tarazona, contaba ya esta con 3 oficiales montados y 21 fusileros a pié. Siempre operó entre Tarazona y borja, contando el 1 de Enero de 1812 con 3 oficiales y 18 fusileros, 3 y 26 el 1 de Abril, y 3 y 30 el 1 de Julio.
La reforma del 1 de Julio supuso la disolución de esta compañía, que aparece por última vez en el estado del 10 de Julio, con 3 oficiales y 27 fusileros, siendo curiosamente citada como "2ª de Fusileros", lo que se explica si tenemos en cuenta la disolución, temporal, de las antiguas cías. 2ª, 3ª y 4ª.
Uno de sus oficiales, el Subteniente Francisco Ballejo, quedó encargado, también el 1 de Julio, de la formación de una nueva "2ª compañía de Cazadores a caballo".
Su origense remonta a la tarde del viernes 22 de Noviembre de 1811, cuando una partida de "caballería de guerrilla", mandada por el Capitán Benito Falcón -a."Tio Benito" y "el alcalde de Gelsa"- y formada por unos 60 o 70 hombres "la mayor parte sin instrucción y mal equipados", se instaló en una paridera situada en las alturas del camino que va de Monforte de Moyuela a Plenas, pese a la opinión contraria del Sargento Tena, que indicó otro punto como más conveniente.
Esta partida, que formaba parte de la Guerrilla creada por Benedicto, y desde 1811 mandada por Campillo, se hallaba controlando los movimientos de una fuerte columna francesa que ese día se hallaba en la villa de Plenas, tras haber recorrido, por orden de Musnier, los pueblos de Azuara y Moyuela, deteniendo en todos ellos a sus hacendados más pudientes, con el fin de forzarles a entregar dinero para las arcas imperiales.
Antes de instalar el vivac, y como medida de precaución, envió Falcón al Sargento Bautista Buil hasta Plenas, con el fin de comprobar si existía riesgo de movimientos enemigos durante la noche.
A su regreso dijo Buil "que incluso había llegado a las paredes del pueblo" sin hallar novedad alguna, pues los franceses permanecían allí quietos, considerando que "podían descansar tranquilos". Pero sea porque Buil les hubiese traicionado -como el mismo Falcón opinaría años más tarde- , o porque -como dice Casamayor en su Diario - hubiesen sido los mismos habitantes de Plenas "hartos de soportar las correrías de esta partida" quienes avisasen a los franceses de su presencia, lo cierto es que estos se pusieron en movimiento, con gran sigilo, al caer la noche, sorprendiendo a la partida entre las 2 y las 3 de la madrugada.
Inmediatamente se inició un nutrido tiroteo que duró "bastante rato", y en el curso del cual lograron huir la mayoría de los guerrilleros, pero Falcón, con 4 de sus hombres, fue apresado "pese a tener y llegar a montar un muy buen caballo".
En el momento de su apresamiento, los franceses le robaron todas sus pertenencias, y atado le obligaron a ir a pié junto al resto de la columna de presos.
Al llegar a Huesa del Común gritó Falcón "que lo matasen, que no podía pasar más por el cansancio e ir de tal forma", lo que logró apiadar a un oficial afrancesado, llamado Ballesteros, que permitió le montasen en una borrica, cambiándosele a otra al llegar a Muniesa, y siguiendo ya con esta hasta Belchite, en donde finalizó la columna su recorrido, siendo llevados a Zaragoza, Falcón y sus 4 hombres, en calidad de prisioneros.
El sábado día 30 llegaron por fin a Zaragoza, encerrándose a Falcón en los pabellones de oficiales del castillo de la Aljafería, durante un periodo de entre 2 y 4 días, al término de los cuales se le condenó a la horca por brigante, pasándosele a un calabozo en espera del cumplimiento de la pena.
Mientras, su esposa María y su hermano Antonio habían acudido también a Zaragoza, con el fin de intentar obtener el perdón para Benito, pero tras cinco días sin que nadie les atendiese, fue de nuevo Ballesteros -el mismo que le había proporcionado las borricas- quien aceptó interceder por el ante el mando francés, seguramente ya con el propósito de atraerlo hacia sus filas.
Igualmente intercedió por el D. Benigno López del Redal, personaje bien visto por los franceses, y que ya conocía indirectamente a Falcón, por haberle transmitido en alguna ocasión, secretamente y mediante intermediarios, varios avisos para la Junta de Aragón.
Ambos convencieron al General Musnier de que lo liberase a cambio del pago de una fianza, que se comprometió a pagar D. Benigno, y de que tras jurar fidelidad al Rey José, se comprometiese a formar 1 compañía de caballería española.
Esta compañía, de la que Falcón sería Capitán, se debería formar en la comarca de Belchite, para "perseguir ladrones y malhechores en este Reino", bajo el nombre de "Voluntarios aragoneses a caballo", que casi inmediatamente cambió por el de "1ª compañía de Cazadores a caballo", si bien popularmente se les conocería como "Gendarmes de Belchite".
Una vez liberado , y antes de partir a su destino, se le vio rondar con sus 4 compañeros por el zaragozano barrio de las Tenerías, y se sabe que en esos días logró alistar para su compañía a 2 vecinos del Arrabal, que meses más tarde acabarían siendo fusilados por los españoles en Calatayud.
El 31 de Diciembre seguía en Zaragoza con solo 7 hombres, ya citados como "cazadores", y en los primeros días de Enero de 1812 partió con ellos hacia Belchite.Una vez allí y con el fin de incrementar su fuerza, se dedicó a escribir a sus antiguos compañeros, pidiendo que se le uniesen. Escribió incluso a su antiguo jefe, Campillo, quien acabaría pasándose, pero con la condición de no tener que tomar las armas y poderse retirar a su casa.
Un día logró rodear en la Hoz de la Vieja a un grupo de guerrilleros de Campillo, de los que varios decidieron unírsele, mientras que otros prefirieron ser hechos prisioneros. El más tenaz fue un tal Eusebio Pradas, a quien los cazadores tuvieron que dispararle cerca dos veces para lograr que se detuviese, y finalmente prefirió la prisión antes que servir en las filas del intruso.
En esos días se unió también a esta compañía el Sargento Bautista Buil -que según Falcón era quien le había vendido a los franceses-, siendo nombrado Alférez de la misma, mientras que a su hermano Ramón se le hacía Sargento.
Según estado del 1 de Abril, la compañía contaba con 1 oficial y 43 hombres, dependientes del Gobernador de Belchite, Mr. Colleson, a quien acompañaban a modo de guías en las salidas que realizaba con su columna.
Son múltiples los testimonios indicando como, en ese periodo, Falcón no solo no perjudicó a los pueblos, sino que intercedió por ellos en más de una ocasión, lo que no le impidió una vez salvar a la columna de Colleson, entre Montalbán y Huesa, gracias a su buen conocimiento del terreno y a haber cubierto su retirada.
Igualmente sabemos que, en tres o cuatro ocasiones, se presentó en la Hoz "con distintivo de Capitán de Húsares", cogiendo en una de ellas 2 sillas de montar para sus hombres.
Ya en esos días, y según testimonio dado -años más tarde- por el mismísimo Espoz y Mina, tuvo Falcón contactos secretos con el, por medio de intermediarios, informándole de algunos movimientos franceses, y expresándole sus deseos de pasarse a sus filas con toda la compañía, tan pronto como esta se hallase bien equipada a costa de los franceses.
El 1 de Julio fue unificada la administración de todas las compañías aragonesas, y una de las primeras disposiciones dadas por su nuevo jefe, el Barón de Andilla, fue la de que se hiciese todo lo necesario para que esta compañía pudiese recibir por fin las nuevas prendas y equipos que, ya en el año anterior, le habían sido prometidos por Musnier.
Con tal motivo acudió Falcón a Zaragoza , a mediados de Julio, acompañado de su hermano Antonio, del Sargento Buil y de algunos de sus cazadores, obteniendo de Musnier el que sus uniformes fuesen "de húsar a la española", conforme a las instrucciones secretas recibidas por Falcón de Espoz y Mina, ya con vistas a su proyectada fuga.
Las sillas de montar, 22 o 24, fueron encargadas al guarnicionero Manuel Gil -cuyo taller se hallaba en la calle Escolapios-, debiendo ser del tipo "para gendarmes y con todo lo demás para su montura", haciéndose cargo de su abono D. Benigno López, a excepción de 8 de ellas que fueron pagadas por Falcón.
Por otra parte los uniformes fueron encargados por el Comandante, Barón de Andilla, al maestro sastre José Guallart, quien en esos días se hallaba confeccionando además los uniformes de los Gendarmes y Fusileros aragoneses, y su coste debería ser abonado por el Gobierno. Falcón, de su bolsillo, dio secretamente a los mancebos de sastre, 1 peseta extra por cada uno de los 60 vestuarios, con el fin de que estos se apresurasen más en su construcción.
Falcón regreso a Belchite, dejando en Zaragoza al Sargento Buil con algunos de sus hombres, encargados de recoger los efectos tan pronto como les fuera posible, y así sabemos que con tal fin iban al taller del guarnicionero, siendo años después descritos por este, y por su ayudante Antonio Muniesa, "como especie de contrabandistas ... jóvenes como forajidos u escapados de cárceles, que se presentaban con trabucos, cuchillos y pulseras, pidiendo que les cambiase correas o les pusiese herrajes".
A mediados de Agosto quedaron por fin concluidas las monturas, y el Sargento Buil las llevo a Belchite, junto a otras 10 facilitadas por Don Benigno, de las que había recogido en 1810 cuando desempeñaba la comisión de indultos, pero de estas solo 4 resultaron válidas.
Inmediatamente regresó Buil a Zaragoza, junto al también Sargento Joaquín Frax y a varios cazadores de la compañía, esperando allí durante 8 o 10 días a la conclusión de los vestuarios, que les sería comunicada el 1 de Septiembre.
Ese mismo día dispuso Reille, cumpliendo los deseos de Suchet, que Falcón con su compañía se replegase de Belchite a Zaragoza, dentro de un plan conjunto de reducción de guarniciones, tan pronto como este recibiese sus nuevos uniformes, que saldrían hacia allí en la tarde del domingo día 2.
En la tarde de dicho día se presentó Buil con sus hombres en casa del Barón de Andilla, situada cerca de la Torre Nueva -entre San Felipe y la Plaza del Carbón- acudiendo allí igualmente dos carros de mulas, de los embargados y reunidos en la plaza de toros "para ser destinados en las fatigas a que les destinasen", conducidos por Juan Josef Lapuente y Miguel Salinas, labradores de Alborge y Quinto respectivamente.
Una vez recibidos dichos vestuarios, los colocaron en los carros "puestos en fardos cubiertos con mantas de las que llaman de Palencia", y los morriones "en unos líos", saliendo inmediatamente hacia Belchite por el camino Real de fuentes de Ebro.
Esa misma mañana Don Benigno había enviado a Falcón, por medio de Salvador Upe, una nota indicándole como, ante las nuevas órdenes, y si aún deseaba pasarse a las filas de Espoz y Mina, no podía esperar ya más, pues una vez en Zaragoza le resultaría imposible.
Así pues, decidido a pasarse, pero disimulando aún sus intenciones, salió Falcón con el grueso de su compañía, al amanecer del lunes día 3, al encuentro de los carros.
Buil con sus hombres y los dos carros había llegado a Fuentes al atardecer del día anterior y, tras pasar allí la noche, salieron hacia Codo "precipitados" al amanecer del día siguiente; pero de camino recibieron orden de Falcón para que fuesen "poco a poco", no entrando en la villa hasta que el también lo hiciera.
Conforme a dicha orden, a las 8 de la mañana, entraron en Codo todos a la vez, Buil con los carros por la parte de Fuentes y Falcón con la compañía por la de Belchite, reuniéndose unos y otros en la plaza de la localidad. Una vez allí buscaron a la Justicia, representada por el Corregidor Capistiano Ascaso, diciéndole que debían regresar a Zaragoza con los vestuarios, necesitando para ello dos carros de relevo.
El Corregidor designó a Bernardo Ayna y a Felipe Calvete para que pasasen la carga a sus carros, mientras que los primeros carreros, tras dos horas de descanso y de dar pienso a sus caballos, regresarían a sus pueblos.
En la plaza se unieron a la compañía la mujer, una hija y una hermana política del Teniente Bautista, así como la mujer del Cabo Melchor Lahuerta.
Esa misma mañana salió la compañía, con los dos nuevos carros, camino de Zaragoza, pero antes de llegar a Fuentes se destapó la deserción, oponiéndose a la misma tan solo los hermanos Buil -Teniente y Sargento- siendo por ello asesinados por los demás, he inmediatamente torcieron a la derecha "monte a través y en dirección a Quinto", esquivando así al destacamento de húsares que venía desde Zaragoza a su encuentro para escoltarles.
Una vez en Quinto quedaron todos en la calle de la Encrucijada, mientras que Falcón y el Teniente Garcia ivan a tomar un chocolate a casa de Francisco Rubio, que se hallaba en la plaza de la localidad, pidiéndole al mismo que les proporcionase un guía que pudiese indicarles el camino a Caspe, pues como le dijeron -manteniendo aún la apariencia de permanecer fieles a los franceses- "ivan a unirse al piquete de esa localidad por orden del General francés de Zaragoza".
La persona designada fue un tal Manuel Escudero, y Falcón, tras revelarle aparte sus verdaderos propósitos, le envió a Gelsa para que recogiese allí a su esposa y la llevase a Velilla "con ropas holgadas".
Entre las 9 y las 10 de la noche del día 3 cruzaron el Ebro por el vado de La Zaida, y entre las 8 y las 9 de la mañana del martes día 4 entraron en Velilla, pasando a hablar con su Corregidor, Tadeo Cella, para pedirle que -con el fin de despistar a los franceses- dijese al Comandante de Pina que se dirigían a Caspe. Igualmente le pidieron una nueva muda de carros y carreteros, siendo tres en esta ocasión, conducidos por Mariano Garcia, Simón Somoral y José Garcia, ya que a los vestuarios traidos de Zaragoza, y a las 4 mujeres subidas en Codo, se añadían ahora la mujer de Falcón y sus hijos, traidos por Escudero desde Gelsa esa misma tarde.
Al atardecer salieron todos hacia Castejón de los Monegros, llegando allí entre las 8 y las 9 de la mañana del miércoles día 5, tras haber caminado toda la noche, y allí "a presencia de los carreteros de Velilla y de todo el pueblo de Castejón..los soldados se mudaron y pusieron los vestidos nuevos que llevaban, para presentarse con ellos a la división de Espoz y Mina, porque decían que si se presentaban con el vestuatio que llevaban, que aún era bueno, se exponían a que con el nuevo vistiesen a otra compañía".
Tras este acto dejaron regresar a Velilla a dos de los carros, reteniendo todavía al de Mariano Garcia para llevar en el a las mujeres y niños, y por la tarde siguieron hasta Pallaruelo, permitiendo allí regresar a su casa a este último carrero.
Tras pasar allí la noche, en la mañana del 6 siguieron hasta Lanaja, contactando allí por fin con el destacamento del Comandante Pablo Franca, de la División de Espoz y Mina, al que poco antes se habían unido también los fusileros de la 1ª compañía, tras haber desertado también de las filas imperiales.
Con Franca subieron Falcón y sus hombres hasta Zuera, cruzando después el Gállego, y el día 10 se presentaron ante Espoz y Mina en las Cinco Villas, con sus flamantes uniformes, y este satisfecho dio 4 duros a cada uno de ellos "para refrescar" y les admitió a su servicio, dentro del Regimiento de Húsares de Navarra -mandado por Miguel María Iribarren- , cuyo uniforme gracias a la astucia de Falcón, era el mismo que traían sus hombres, pagado por las arcas francesas .
El Estado General de fuerzas aragonesas al servicio de Francia, del 5 de Septiembre, refleja todavía a esta compañía, con efectivos de un único soldado, cuya identidad y circunstancias desconocemos, e indica como "50 suboficiales y soldados y 3 oficiales desertaron cuando venían de Belchite a Zaragoza", de estos habría que descontar a los hermanos Buil, cuya muerte, al parecer, desconocían aún los franceses.
Pese a que el historial de esta compañía concluyó en el momento de unirse a la División de Espoz y Mina, creo interesante el añadir que los húsares franceses que, mandados por un Teniente Coronel, deberían haberles acompañado hasta Zaragoza, les persiguieron sin éxito tan pronto como se percataron de su fuga, apresando a los curas párrocos de La Zaida y Velilla, pidiendo a sus vecinos cien onzas a cambio de su libertad, por haber ayudado dichas localidades a Falcón en su escapada.
Don Benigno, enterado de estas prisiones, dispuso que entregasen a dicho Teniente Coronel treinta y seis onzas de oro que tenía en La Zaida; y este ,tras aceptar este ofrecimiento, liberó inmediatamente a sus rehenes.
Por otra parte, el 28 de ese mismo mes de Septiembre se publicó en Zaragoza un decreto de Reille por el que se fijaban las siguientes sanciones para los desertores de esta 1ª compañía de Cazadores:
1º Los bienes de todos ellos serán secuestrados inmediatamente.
2º El hermano de Falcón pagará, como fianza de su conducta, 2.000 duros.
3º Los parientes del Subteniente Juan Bautista pagarán 400 duros.
4º Los parientes de los demás individuos pagarán 100 duros.
Incorporados al Regimiento de Húsares de Navarra, quedó Falcón en situación de agregado, hasta que el mismo Espoz y Mina le concedió en propiedad, "por su valor", la 1ª compañía de dicho Regimiento, compuesta por casi todos sus antiguos cazadores.